lunes, 6 de noviembre de 2023

El tren y la península, de Sky Richards y Andreas Kruger

¿Alguien sabe si ya se proyectó, al menos, en la Cineteca Nacional; quién apoya para contactar a los productores como parte de un tentativo regreso presencial de Ecocine? Por: NAIEF YEHYA Si algo hemos visto en los últimos años, muy en especial a partir de la pandemia, ha sido la enfebrecida polarización de opiniones en torno a decisiones tomadas desde el poder. La extrema ideologización, las teorías conspiratorias, la desconfianza hacia cualquier autoridad (política, científica o un experto, sea del campo que sea) han creado una atmósfera de tensión e inquietud, que a menudo impide cualquier debate o conciliación entre las partes. La irracionalidad se vuelve cada vez más difícil de distinguir de la disidencia y el escepticismo, de la histeria. La ilusión de que una sociedad hipercomunicada, siempre en línea y compulsivamente participativa estaría mejor informada que nunca y sería más democrática se ha desmoronado en tiempos de redes sociales, desinformación masiva, bots de manipulación de la opinión pública, influencers y deep fakes. Los megaproyectos de la actual administración mexicana (el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, la Refinería Dos Bocas y el Corredor Interoceánico del Istmo) han sido motivo de apasionados cuestionamientos, defensas y descalificaciones. Por un lado se trata de obras emblemáticas, que corresponden al legado de esta Transformación; por otra, son obras con innegable impacto ambiental y social. EL DOCUMENTAL EL TREN Y LA PENÍNSULA (2023), de Sky Richards y Andreas Kruger Foncerrada, es un recorrido a lo largo de partes de los 1500 kilómetros que tendrá el Tren Maya (en Yucatán, Campeche y Quintana Roo). No busca imponer un punto de vista, sino permite a personas de la región hablar por sí mismas, por sus comunidades y familias. Así, los herederos del legado cultural maya tienen la oportunidad de situar esta obra en el contexto de las transformaciones, las imposiciones y la explotación histórica de recursos de la Península. El proyecto es presentado en el contexto del desarrollo de otras industrias que cambiaron la región, como el henequén, la agricultura industrial y el turismo. La controversia radica, obviamente, en el dilema que surge entre favorecer la economía mediante la creación de empleos e inyecciones de capital, y el impacto en la vida —especialmente de quienes menos tienen y que se beneficiarán de modo marginal, por la precariedad laboral, la gentrificación, la erosión de la cultura local y la marginación—, así como el costo ambiental. Es importante la visión de los locales, debido a que durante este sexenio los defensores a ultranza de los proyectos del gobierno han atacado y ridiculizado a los ecologistas que se manifiestan en contra del proyecto. Los acusan de burgueses urbanos que sólo quieren obstaculizar la Transformación. Un pueblo vivo, que está enfrente de nuestras narices y al que ignoramos, sigue siendo explotado Los entrevistados no hablan desde lo ideológico ni representan grupos de poder, por lo tanto resultaría difícil descalificar sus posiciones. Al dar la palabra a 38 habitantes de cinco estados (los tres mencionados antes, además de Chiapas y Tabasco), los cineastas han querido evitar los reduccionismos políticos e ideológicos de rigor. De hecho, dejan que los comentarios y las aportaciones de los entrevistados vayan orientando la narrativa, tratan de evitar las preguntas que conducen a una simple polaridad entre estar a favor o en contra. Parte de la relevancia del documental radica en que Kruger y Richards se adelantaron a la construcción del ferrocarril, ya que comenzaron a filmar en 2020: ofrecen perspectivas de la gente desde antes de que iniciaran las obras. Un acierto es que recorren viejas estaciones previo a que fueran retomadas por la construcción del nuevo sistema de transporte. Podemos ver las ruinas de otros sueños de modernidad, la herrumbre en la que han terminado viejas fantasías y ambiciones de progreso. En su recorrido, la obra pasará por zonas económica, social y culturalmente diversas, en donde varía la actitud hacia la misma. Mientras para algunos representa el recuerdo de mejores tiempos, para otros —que son ajenos a esa experiencia—, hay inquietud, miedo y desconfianza. Continúa en https://www.razon.com.mx/el-cultural/tren-peninsula-sky-richards-andreas-kruger-551761

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Un poco sobre nearshoring

    ¿Qué es el nearshoring? El nearshoring es una estrategia comercial que consiste en trasladar la producción de una empresa a un país cerc...