Un condenado a muerte, canta.
Un condenado a muerte, canta.
El arte es vehículo de transfiguración que nos adentra a la reflexión. La pena de muerte es el acto de barbarie que no debe permitirse en ningún sistema judicial; matar a quien mata, es validar la acción y legitimar el mal. Quien comete un acto de esa naturaleza debe tener delante de sí la posibilidad de redención en las condiciones que sean, las más absurdas, las más impensables
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